El 93% de la Comunicación es No Verbal: ¿Qué Dice tu Cuerpo Cuando No Hablas?

“Tus palabras convencen, pero tu cuerpo es quien transmite la verdad”.

Como líderes, muchas veces nos concentramos en lo que vamos a decir: el mensaje, las cifras, los datos, el discurso bien preparado. Sin embargo, lo que más impacta no es lo que decimos, sino cómo lo decimos. Numerosas investigaciones en comunicación señalan que hasta el 93% de nuestro mensaje se transmite a través del tono de voz, los gestos, las miradas y la postura corporal.

En otras palabras: tu cuerpo habla incluso cuando guardas silencio.

Cuando tu comunicación no verbal juega en tu contra

Quizás alguna vez has estado en una reunión donde alguien decía “estoy abierto a sus ideas”, pero tenía los brazos cruzados y la mirada esquiva. O escuchaste a un colega decir “todo está bien” con un tono cortante que transmitía todo lo contrario. Estos momentos nos recuerdan que, sin congruencia entre lo verbal y lo no verbal, la confianza se erosiona.

Los líderes más efectivos son aquellos que logran coherencia entre lo que dicen y lo que transmiten con su presencia.

El rol de la Programación Neurolingüística (PNL)

Aquí es donde la PNL se convierte en una herramienta poderosa. La PNL nos permite observar y comprender patrones de comunicación, identificar bloqueos y, sobre todo, entrenar nuevas formas de relacionarnos con nuestro entorno.

Un líder que domina la PNL aprende a:

• Escuchar más allá de las palabras, interpretando microexpresiones y cambios de tono.

• Leer el estado emocional de su equipo y responder con empatía.

• Modelar comportamientos efectivos, transmitiendo seguridad y apertura.

• Alinear su comunicación interna (pensamientos) con la externa (palabras y gestos), logrando mayor autenticidad.

Recuerdo a un directivo con el que trabajé que se sentía frustrado porque decía que su equipo “no lo escuchaba”. Sin embargo, en nuestras sesiones notamos algo: siempre hablaba mirando al suelo, con los brazos tensos y un tono monótono. Sus palabras eran correctas, pero su comunicación no verbal enviaba un mensaje de desinterés y distancia.

Cuando comenzó a trabajar su presencia —respirar, mirar a los ojos, modular su voz y acompañar sus palabras con gestos abiertos—, la reacción de su equipo cambió radicalmente. No era que antes no lo escucharan, era que no lograba conectar.

La comunicación es una de las competencias más poderosas de cualquier líder. Y se expande cuando entiendes que no solo hablas con tu boca, sino con todo tu ser.

Hoy quiero invitarte a observarte frente al espejo o grabarte en una reunión. Hazte estas preguntas:

• ¿Qué dice mi lenguaje corporal cuando no hablo?

• ¿Qué tanto congruente soy entre lo que digo y lo que transmito?

• ¿Qué pasaría si me entrenara para llevar mi comunicación a otro nivel?

  
  

El coaching y la PNL son llaves que abren ese camino. Porque liderar con impacto no se trata solo de hablar fuerte, sino de transmitir autenticidad.

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